Cómo la tecnología transforma la producción agropecuaria

La agricultura de precisión gana terreno porque demuestra campaña a campaña que se pueden optimizar procesos gracias al uso de nuevos dispositivos tecnológicos, manejo de datos y un rediseño de la forma de trabajar y gestionar un campo

Julián Muguerza y Lara Giuliani tienen un campo en General Rivas, provincia de Buenos Aires. Pero el de ellos no es un campo más. Allí, entre ganado bovino, bolsas de semillas y una tecnologica camioneta RAM 1500, funciona Glimax, la empresa que crearon para ayudar a los productores a aprovechar todas las posibilidades que ofrece hoy la tecnología aplicada en un rubro que necesita elevar al máximo el rinde de sus inversiones. Y que, así lo han demostrado en sus hectáreas propias, tiene mucho para crecer si se transforman los procesos de producción.

“Empezamos como productores en 2006 como una actividad extra al trabajo que teníamos en una empresa. Con el tiempo fuimos creciendo y un día decidimos dejar nuestros trabajos y ponerle foco a la producción de los campos que alquilábamos. En ese proceso aprendimos muchas cosas, entre ellas que la tecnología era un driver para el aprendizaje y la mejora continua”.

— JULIÁN MUGUERZA

“Vengo de una familia tambera. Cuando falleció mi abuelo, mi abuela vendió todo y pasamos a ganadería de cría. Y en 2017 nos vinimos acá para darle una mano a mi familia, que ya estaban grandes y necesitaban que nos hiciéramos cargo del campo. Ahí es donde conocí la ganadería, cómo se comporta en el día a día y me di cuenta de que había un montón de cosas que se podían implementar para el bienestar animal”.

— LARA GIULIANI

El campo se transforma

Tecnologías para aplicar en la actividad agropecuaria hay muchas. Y cada vez son más. Sin embargo, no alcanza simplemente con adquirir los dispositivos y empezar a usarlos. Para Julián y Lara, la verdadera transformación pasa por rediseñar la forma de trabajo y hacer un análisis exhaustivo de los datos de cada campaña. Solo así se podrán empezar a ver los resultados. Y, claro está, nunca es menor contar con el mejor vehículo para afrontar las exigencias cotidianas que presenta el campo.

En ese sentido, la RAM 1500 es la camioneta más potente y “tecnológica” del mercado y está preparada para asumir los desafíos dentro y fuera del campo.

“Lo que no se mide no se puede mejorar. Contar con datos hace que puedas mejorar el rodeo, porque sabés cómo vienen tus animales. Usamos plataformas digitales que nos permiten saber cuántos kilos comió cada animal, cuánta materia seca hay por hectárea, en qué lotes están, los porcentajes de preñez, parición y destete y la historia clínica de cada uno, por ejemplo”.

— LARA GIULIANI

 

“La tecnología tiene su propia dinámica, su propia evolución. Subirnos a esa ola nos permitió estar actualizados y en mejora permanente. Como productor, en realidad, uno no tiene más que entre 35 y 50 campañas en toda su vida. A diferencia de otras actividades, que prenden la maquinaria todos los días y optimizan sus procesos cotidianamente, acá no hay tantas oportunidades para mejorar. Por eso, no podemos dejar de aprender en cada campaña. Y la tecnología es hoy un aliado para acelerar ese proceso de aprendizaje, mejorar los resultados y optimizar los procesos”.

— JULIÁN MUGUERZA

Pulverización selectiva

Un equipo que ayuda a reducir hasta un 90% el uso de herbicidas en barbechos, porque cada lote nunca está con cobertura completa de malezas. Los nuevos sistemas detectan si existe clorofila o no en el suelo y cuando la distinguen es porque hay una planta creciendo. De esta manera, se pulveriza exclusivamente sobre la maleza.

Tecnologías para la ganadería

Pasturas por ambiente
La tecnología permite establecer en qué parcelas colocar las pasturas para mejorar la alimentación de los animales de una manera eficiente. Se hace a través de cartas de suelo y de imágenes satelitales.

Bienestar animal
Aunque no directamente vinculadas con la tecnología, las técnicas de bienestar animal se basan en tres pilares importantes: el buen trato al animal (manejo sin estrés), la alimentación y la sanidad. De esta forma, en el campo de Julián y Lara, se ha pasado de índices de preñez del 64% (índices nacionales) al 98% en solo 3 años. Todo esto se traduce no solo en un beneficio para el productor como es el de tener un ternero por vaca por año, sino que también se beneficia el consumidor al tener una carne de mayor calidad en su mesa.

Balanzas
Sumar balanzas en cada casilla permite saber cómo están los animales, es decir si engordan, si adelgazan o si tal tropa está perdiendo o ganando peso. Incluso se puede analizar qué proveedor garantiza una mayor eficiencia de conversión.